En Rumiryaku, Javier Pariona se convierte en un narrador-testigo de nuestra época, entregándonos una serie de cuatro relatos escritos. Allí, su escritura fluye con fuerza y busca horadar la dureza de las estructuras de poder que ningunean nuestra lengua y que perpetúan una narrativa colonial. Su voz nos sumerge en las posibilidades expresivas de una lengua vibrante y compleja. Sus relatos imbrican lo cotidiano y lo mítico, invitando al lector a adentrarse en un universo donde lo ancestral dialoga con lo contemporáneo. Javier Pariona nos sumerge en mundos donde los relatos se inscriben en una tensión constante entre el pasado y el presente, entre lo rural y lo urbano, y desde allí aborda la condición humana explorando la alienación, el miedo y el absurdo en contextos desafiantes. (Yaneth Sucasaca)