El arte y la locura se mezclan en una inquietante novela llena de intriga y especulación, donde los avatares de un pintor peruano en París se ven enfrentados a los prejuicios y la marginación de los ciudadanos árabes en la ciudad luz. Las calles y bulevares parisinos sirven de trasfondo para relatar la oscura psicología de algunos de los personajes, en contraste con la realidad peruana que sale a relucir con precisos flashback que ahondan en la complicación de la trama. Un sutil velo de temor atraviesa sus páginas cuando estas dos realidades colisionan para evidenciar los símiles que los integran.
En el acta de la premiación, el jurado ha señalado que la novela desmitifica a una gran metrópoli europea, supuestamente multicultural y acogedora para los artistas, como París, a través de la marginación que ejerce sobre un joven pintor peruano y los migrantes en general. La novela también entreteje la crisis personal del protagonista con los traumas sufridos por varios personajes discriminados en el Perú y Francia.