Después de 65 años de vivir conforme a las expectativas de su madre, Gonzalo Lercari decide volver a su país para buscar a su amor de juventud.
Con dos matrimonios a cuestas, hijos adolescentes y décadas de residencia en España, el anhelado regreso de Gonzalo al Perú se ve interrumpido por una repentina pandemia. Esta situación le permite reflexionar sobre las consecuencias de sus indecisiones e intentar encontrar sentido a una esquiva libertad.
Con El norte ya no existe, la prosa de Alina Gadea teje hábilmente una historia de amor maduro y un viaje emocional que nos confronta con la posibilidad de retomar caminos perdidos.