El tantra abarca un conjunto de doctrinas y de prácticas milenarias dirigidas a la expansión de la conciencia en los aspectos más corrientes de la vida cotidiana: la salud corporal, la estabilidad emocional y el placer; manejado con la seriedad que implica la práctica de cualquier disciplina puede llegar a ser liberador y terapéutico.
A través de la meditación, la canalización de energía y el equilibrio emocional, es posible obtener un placer sexual equilibrado y prolongado. De esta manera, el acto sexual se desprende del matiz de perversión o de vicio, o de una mera colección de posiciones eróticas ardientes, para pasar a ser un acto integral.