La pregunta por el poder goza de buena salud. No hay debate o encuentro de ciencia política u otras disciplinas y ciencias del ámbito social y del filosófico que no ponga en cuestión el estado del poder, su apropiación y ejercicio. No casualmente el tema de la conferencia que brindó hace pocos días el filósofo político italiano Giacomo Marramao, en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, tuvo como título: "Las nuevas caras del poder. Populismo y posdemocracia".
Ante una audiencia de estudiantes, graduados, docentes e investigadores de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, el ensayista afirmó: "En una sociedad pluralista compuesta por átomos 'agenciales' que operan sobre una racionalidad individualístico-competitiva susceptible de traducirse en la pragmática del diálogo democrático, el recurso de la noción-fetiche de poder aparece, al mismo tiempo, como redundante y nociva". El poder toma otras características en esta era que aún busca un nombre para identificarse y ser catalogada. Este momento histórico es lo que Marramao llama la postdemocracia, o el neopopulismo mediático y allí surgen las nuevas formas del poder. Pero, ¿dónde se ubica exactamente el poder? Algunos politólogos se refieren al lugar del poder, al de las decisiones, como el de la "aristocracia electrónica". Marramao sostiene que es una expresión que resulta demasiado consolatoria, teniendo en cuenta el hecho que la aristocracia era siempre una de las formas 'buenas' de gobierno en la tipología clásica griega. "Más congruente -dice- me parece incluso, para conseguir una correcta pertinencia descriptiva respecto de nuestra contemporaneidad, la utilización del término 'oligarquía': o, para decirlo con Maquiavelo, a la versión 'defectiva y corrupta' de la aristocracia. El escenario que se abre exhibe el fenómeno de una proliferación creciente de nuevas oligarquías electrónicas, con la cual viene tomando forma una nueva dimensión del poder. El poder se nos presenta hoy con las apariencias y estructuras de un poder 'mediacrático': indicando aquí, la expresión greco-latina media-kratia precisamente, el fenómeno del acercamiento y la hibridación de la esfera del poder con la de los medios."
La obra de Marramao se inicia con una revisión del estatuto filosófico del concepto de "praxis". A fines de la década de 1970, su reflexión comienza a orientarse hacia dos centros de gravedad: la temática del poder y la cuestión del tiempo. Escribió Pasaje a Occidente; La pasión del presente; Kairós; entre otros.